
“…Cuando el niño era niño caminaba con los brazos abiertos.
Quería que el riachuelo fuera un río, el rió un torrente y el charco, el mar.
Cuando el niño era niño, él no sabía que era un niño.
Todo él era alegría y todas las almas una.
Cuando el niño era niño no tenía opinión sobre nada.
No tenía costumbres, se sentaba en el suelo, corría por doquiertenia un tirabuzón en el pelo y nunca hacía muecas al hacerse fotos.
Cuando el niño era niño era el momento de hacerse esta pregunta:
¿Por qué yo soy yo y no soy tu?
¿Por qué estoy aquí y no allí?
¿Cuándo empieza el tiempo y dónde termina el espacio?
¿No es la vida bajo el Sol un mero sueño?
¿No es lo que veo, oigo y huelo nada más
que el reflejo de un mundo delante de otro mundo?
¿Existe realmente el mal y gente que de verdad es mala?
¿Cómo puede ser que yo que soy yo
antes de serlo no lo fuera
y que algún día yo
que soy yo deje de ser lo que soy?...”

(Der Himmel über Berlin - Cielo sobre Berlín, Win Wenders)
Los ángeles pueden escuchar los pensamientos del ser humano y a través de ellos podemos hacerlo nosotros porque los ángeles existen o ¿no?.

La esperanza, los sueños, la tristeza y la melancolía.

Desde el espejo mira tu corazón, mira mis ojos...